Inicios del año 2013 y el Papa Francisco

Este año 2013 está siendo muy especial por muchos motivos.
El 15 de febrero cayó un cuerpo celeste en los Urales, algo inesperado, nadie de la NASA ni otros sabios lo anunciaron, fue totalmente sorpresivo. Pocas horas antes otro meteoro, más grande que el que cayó, pasó cerca de nuestro planeta.
El 5 de marzo murió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Un líder indiscutible a nivel latinoamericano y mundial -independientemnte del juicio que todos hagan sobre su actuación-. Había ganado las elecciones en enero pero nunca asumió el cargo por la vía legal sino de facto porque ya lo era, diríamos, por default.
Renunció el Papa Benedicto XVI -Cardenal Joseph Ratzinger-. Algo inaudito, según los historiadores, desde hace 660 años. Lo anunció el 11 de febrero y lo cumplió el 28 del mismo mes. Informan los periodistas que el día del anuncio cayó un rayo en seco sobre la cúpula de la Basílica de S. Pedro. Esta imagen no me la pierdo.

El 13 de marzo fue electo el Cardenal Jorge Mario Bergolio quien tomó el nombre de Papa Francisco. Es el primer papa latinoamericano, argentino; primer papa jesuita.

San Ignacio de Loyola escribió en las Constituciones que los jesuitas no debían aspirar a obtener cargos de honor dentro de la Iglesia. Pero también ordenó el Voto de obediencia al Papa «circa missionem». Con la primera orden se quiere evitar que se utilizara a la Compañia de Jesús como un trampolín para obtener cargos dentro de la Iglesia. Con el segundo indica que el superior supremo es el Papa para enviar «de misión» a los jesuitas, o sea, a cualquier encargo que la Iglesia considere necesario. Es en este segundo sentido en donde se ubica el nombramiento de Cardenal Joge Mario Bergolio, primero como obispo, luego arzobispo y Cardenal de Buenos Aires. Y ahora el cónclave lo ha nombrado Papa. Por eso es el primer Papa jesuíta, pues sin estas normas pudiera haber habido más de uno en la historia de la Iglesia.
¿Qué espero de él? Me queda claro que no habrá algún cambio doctrinal fuerte tales como el sacerdocio de las mujeres o los sacerdotes casados. Pero si creo que generará una fuerte inquietud e interés por lo social al interior de la Iglesia. Hasta ahora ha demostrado su humildad y sencillez, alejando el fasto vaticano heredado de los tiempos en que los papas coronaban a los reyes, en que eran unos verdaderos señores feudales como Alejandro VI -que montaba a caballo y seguido de sus tropas fue conquistando tierras formando los estados pontificios, de los cuáles sólo queda la Ciudad deel Vaticano-. Espero, deseo, que resuelva los graves escándalos de pederastía al interior de la Iglesia, los turbios manejos de las finanzas del Vaticano y genere una renovación en la vida y costumbres al interior de la Iglesia, no por amenzas de la condenación eterna, sino fundamentado en un pensamiento que tenga como centro a la humanidad, a la ecología y a Jesús.